Que nunca vuelen acechando sobre ti estos cuervos
que se llevan en sus picos nuestros días
que se llevan en sus garras los recuerdos
Que nunca soplen los demonios contra ti esta bruma
que te deja el corazón enloquecido
que te deja solo aullándole a la luna
A veces necesito, llegar hasta el infierno
para volver a valorar, esto que te tú me das
A veces nada te detiene cuando vas descendiendo
y en el fondo no se encuentra la salida
en el fondo sólo existen los comienzos